MKT en los tiempos de Trump

MKT en los tiempos de Trump: ¿cómo impactará su reelección en el marketing mundial?
La reelección de Donald Trump para un segundo mandato como presidente de los Estados Unidos en 2024 no solo está reconfigurando el panorama político mundial: también tiene implicaciones significativas para el mundo del marketing global. “¿Y eso a mí en qué me afecta si mi marca es mexicana?”. Sí, no vivimos en EU, pero los ecos de sus nuevas políticas económicas resonarán en todos los países del mundo.
Estas nuevas estrategias, que se anunciaron desde las campañas presidenciales y que se espera comiencen cuando Trump asuma la presidencia en 2025, influirán en áreas como el comercio, la sostenibilidad y las estrategias digitales, desafiando a las marcas a adaptarse rápidamente a un entorno político y económico renovado. Hablemos de algunos de estos cambios:
“América para los americanos”
La administración Trump ha sido históricamente proteccionista en cuanto a lo económico. Ha prometido devolver los empleos a EU, priorizando los productos estadounidenses a través de aranceles y otras restricciones comerciales. Incluso ya ha tenido los primeros encontronazos con la presidenta Claudia Sheinbaum por este motivo.
Estas políticas de priorizar lo hecho en EU podría aumentar los costos para las marcas internacionales y plantear nuevos desafíos para las cadenas de suministro. Por otro lado, las empresas globales deberán ajustar sus estrategias para posicionar sus productos sin ser percibidas como “amenazas” al mercado estadounidense.
La idea de Trump es favorecer las marcas locales de EU, las cuales podrían fortalecerse en ese entorno. Pero no sería tan bueno para las marcas internacionales, quienes tendrían que reinventar sus narrativas y crear historias alrededor de sus productos para conectar emocionalmente con los consumidores estadounidenses, un mercado que valora cada vez más el orgullo nacional y la autosuficiencia económica.
Impacto en la sostenibilidad
Trump ha adoptado una postura crítica hacia acuerdos ambientales como el Acuerdo de París, lo que puede influir negativamente en la percepción global de las políticas ambientales de EE. UU. Las marcas comprometidas con la sostenibilidad podrían enfrentarse al desafío de mantener sus iniciativas verdes en un entorno menos favorable, mientras ajustan su comunicación para destacar sus esfuerzos verdes sin perder al sector de consumidores nacionales que no se identifican con esto.
En un mercado que ha votado por políticas que buscan la producción local sin priorizar las alternativas verdes, las marcas deberán estar conscientes de que no habrá los mismos incentivos económicos por pertenecer a iniciativas más amables con el ambiente, al menos no en los Estados Unidos durante la administración de Trump.
Polarización en las urnas y en los mercados
A pesar de que Trump ha sido elegido para un nuevo mandato, es claro que no lo hizo por un margen tan amplio. Esto se debe a que la población en EU y en el mundo está cada vez más polarizada. Esta polarización es muy clara en redes sociales, y esto es algo que influirá directamente en las estrategias digitales de las marcas.
La cautela será clave al abordar temas sociales, a pesar de que los consumidores esperan que las empresas tomen posturas claras sobre cuestiones que reflejen sus valores. Para muestra un botón: a finales de noviembre de 2024, Walmart anunció que recortaría programas y apoyos percibidos por los sectores más conservadores como “woke” y retiraría también productos LGBT+ de su tienda en línea.
En un panorama cada vez más polarizado, las marcas optarán por ser más “neutrales” para evitar dividir audiencias que puedan erosionar la lealtad de marca.
Repercusiones internacionales
La tensión en las relaciones internacionales podría llevar a las marcas globales a redirigir sus esfuerzos hacia mercados más neutrales o favorables. México, por ejemplo, podría aprovechar la situación para fortalecer su identidad y buscar diversificación comercial en regiones como Europa y Asia. Los capitales que busquen migrar pero mantener presencia en la región podrían ver a México como una opción viable frente a las políticas económicas restrictivas de Trump.
Este cambio no solo implicará ajustes logísticos: también requerirá crear nuevas narrativas de marketing que resalten innovación y competitividad.
Todo puede pasar, y hay que estar preparados
Para las marcas, el desafío será adaptarse rápidamente a un entorno incierto: las políticas de Trump y sus decisiones temperamentales pueden cambiar radicalmente las reglas del juego y es necesario tener planes de acción para ello. El éxito dependerá de la capacidad de las marcas para mantenerse ágiles. Las fluctuaciones políticas y sociales cerrarán algunas puertas, pero otras muy importantes se abrirán, como ocurrió en la pandemia por COVID-19.
Para adaptarse a este nuevo panorama, las marcas deben enfocarse en la flexibilidad y la innovación, incluyendo el uso de herramientas como las IA, que puedan ayudar a anticipar comportamientos de los mercados con base en el análisis de datos. Quienes adopten estrategias ágiles, diversifiquen su alcance y se comprometan con las expectativas cambiantes de los consumidores estarán mejor posicionados para prosperar en esta nueva era.
Al final, el marketing en tiempos de incertidumbre no solo consiste en adaptarse: se trata de liderar el cambio con audacia y creatividad.